Timi el Viajero

Capítulo XXIII

Copete

 

Los muchachos pasaron la noche en el velero. Esa misma noche varios barcos mercantes de transporte de piedra rosácea partieron de la Isla. Ya empezaban a producirse los primeros cambios causados por la victoria de los Aás.

A la mañana siguiente la atmósfera de la ciudad y del puerto era fantasmal. Timi, Peter y Pitu, junto a Braulin, salieron del velero un poco sin saber qué hacer. Un grupo de camioneros que estaban en corro alrededor de un bidón de hojalata, donde calentaban un vieja cafetera, les informaron de que Pómulo Violeta había convocado una Asamblea en el mercado para decidir entre todos qué hacer, así que, tras desayunar, salieron hacia el mercado.

En la plazoleta de la entrada al Puerto se encontraron con Tzi Lin y su hermano gemelo. Estaban tristes pues sus padres les habían dicho que se iban a ir de la isla. Y mientras sus padres hacían los preparativos para salir de la Isla, sin nada mejor que hacer, Tzi Lin y su hermano decidieron unirse a la expedición de Timi y los chicos al mercado.

…grupos de personas merodeaban por las calles en un extraño caos…

Según avanzaban hacia el mercado se encontraron con varios desmanes producidos a la noche. En la carretera destacaba un camión volcado, con toda su mercancía de piedras rosáceas esparcida por el suelo con gran desorden. Más adelante se toparon con varias destrozos similares. La oficina de correos había sido incendiada. Grupos de personas merodeaban por las calles en un extraño caos, y una neblina persistente envolvía este clima de desorganización. Tras vagar un rato intentaron sentarse pero alguien había destrozado los bancos del paseo, así que hubieron de sentarse al borde de unos macetones que se habían salvado de la destrucción.

Ya sentados, vinieron dos Aás con un perro blanco muy nervioso, que les reclamó comida, petición que Timi satisfizo con un sándwich que llevaba en su mochilita. Los Aás les dijeron que las autoridades municipales habían huido, no sin antes liderar los desmanes junto a varios grupos de descontentos con la nueva situación de posibilidad de cambios, también les dijeron que el perro se llamaba Copete y que no era suyo. Después de confirmarles la convocatoria de Pómulo Violeta a Asamblea en el mercado, los Aás se fueron a seguir informando como enlaces de calle a más gente, pero Copete decidió quedarse con ellos. Rápidamente fue acogido por Peter, Pitu y braulin, y tolerado con apuros por Timi, quien se daba cuenta del precio en sandwichs que iba a tener esta adopción.

Mientras hacían tiempo exploraron varias hipótesis sobre el origen de Copete, quien ramoneando el pan y satisfecho de que se hablara de él, gruño alguna vez a Braulin cuando este se le acercó, al creer que quería quitarle el sándwich.

Los chicos, que ahora con los hermanos Lin eran cinco, concluyeron que Copete era la mascota de algún camionero que, en la barahunda de los cambios, se había marchado perdiendo el contacto con Copete. Este corría pues el peligro de hacerse perro vagabundo, por lo que convenía ayudarle hasta que encontrara a su dueño.

Así que sin haberse levantado todavía la neblina, el grupo desfiló hacia el mercado, en medio de cosas rotas, ajenos a la gravedad de la situación, y un poco sonámbulamente, con Copete procurando no perder su estela. Y de pronto Peter el Peregrino se dio cuenta:

Y mientras, como flotando en la historia, entraban en el mercado con un cenetnar de personas vibrando de excitación política, Peter exclamó hacia todos:

<<<¿Y ahora qué?.La Asamblea>>>

 

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