Timi el Viajero en Las Aventuras en la Isla Brouk

Capítulo IV

Timi había nacido en el continente. Llegó a la Isla Brouk en un velero durante su viaje rumbo a Europa, y se quedó a invernar allí. Decidió quedarse en la Isla cuando en Puerto Borikaia la Cofradia de Pescadores le ofreció la responsabilidad de mantener limpios el puerto y la playa, de manera que dormía en su velero y comía lo que pescaba, y así podía ahorrar para sus futuros proyectos la modesta remuneración que le daban por sus trabajos.

En el muelle, ante la caña de pescar cuyo sedal era tensado por una briosa corriente submarina, pareciendo que lo combaría hasta succionarlo irresistiblemente hacia el misterioso fondo enérgico del Oceáno, Timi esta vez soñaba con la Isla de San Borondón mientras su mirada se perdía en la mar, ajeno a la desventura que les había ocurrido a sus amigos allá en el Camino hacia la Capital que bordea el Reino Hok.

La Isla de San Borondon es una Isla Perdida que aparece y desaparece en el Océano sin motivo aparente. Algunos dicen que esa Isla es la Ballena que se comió a Jonás y otros reponen con aires doctos que no, que en realidad es la Ballena en cuyo vientre viajó San Brandán desde Irlanda*. Mas para Timi no era más que la Isla del Paraíso, un sueño sencillo de joven marinero.

En eso, nuestros amigos Peter y Pitu bajaban mustios y fúnebres por el pasillito que da acceso al muelle y Timi no les sintió llegar. Luego un sonoro rebuzno de protesta de Braulín borró de un plumazo la Isla de San Borondón del pensamiento del muchacho.

Al verlos aparecer, Timi señaló:

…un señor con una armadura y una gran espada no nos ha dejado pasar…

Arrimándose al banco donde se distribuían los aperos de pesca, Peter el Peregrino contestó, desde su corpachón pacharoso y con un aire triste, explicando al más pequeño pero más recio Timi que:

Timi, que miraba con enfado cómo Braulín husmeaba su merienda y sus aperos de pesca dispuestos sobre el banco, pensó un momento haciendo cien rápidos cálculos !!ººººº?/////¿ººººº¡¡:

Esta idea, con la que Timi había aprovechado a apuntarse a la aventura, gustó tanto a Peter, que se sintió ayudado, como a Pitu Kangrejo, que entrevió una perspectiva de aventuras nuevas muy sugerente.

Timi le miró divertido y, por un momento, le pareció ver como algo difuso, un promontorio extraño donde solo debería haber mar azul. Braulín, en un giro de cabeza de su rebuzno de felicidad, tapó durante instante ese promontorio verdipardo con sus grandes orejas y dientes, y al bajarlos de nuevo Timi comprobó que allí no había nada. La Isla de San Borondón se le había vuelto a escapar.
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* Y otros aún más eruditos dicen que el verdadero Borondon no fue ni Jonás ni Brandán sino que fue el antiguo héroe babilonio Gilgamesh.

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Créditos: Herramientas de apoyo Google. Documentaciones: Wikipedia. Fotografía:Tellagorri Desmitificaciones

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