Reconsideración del Señor Hok.

Al Norte la Capital Libre y las Canteras de Piedra Rasácea, al Sur…

Capítulo X

Reconsideración del Señor Hok.

Al otro lado de la isla hacia ya varios días en los que al Señor Hok el ver el brillo rutilante de su metálica armadura expuesta en el amplio salón de su casona solariega le hacia daño. Era un ligero malestar, una comezón, la sensación de haber puesto en el mundo algo feo, y de ser el mismo feo por dentro para siempre de manera irreparable. Y toda esa fealdad brillaba en la triste luz blanca que reflejaba su brillante coraza y el espadón apoyado en ella.

… era un ligero malestar, una comezón, la sensación de haber puesto en el mundo algo feo…

El señor Hok estaba arrepentido, su conciencia no le dejaba descansar, no había estado bien el no haber dejado pasar a esos chicos que iban a por la medicina de su padre:(((O))) “Vamos a por la medicina de mi padre que está muy enfermo, por favor déjenos pasar”(((O))), resonaba en su mente. Y el malestar del Señor Hok se transformó en angusti , esa sensación de no poder respirar por dentro, la luz que nos alimenta. La conciencia no dejaba en paz al Señor Hok.

Así daba vueltas y más vueltas por el salón de su solariega casona, amplio, largo, alto, inmenso como la habitación de los pasos perdidos en el palacio radiante de un genio de los cielos. Hasta que ideo un plan. Iría a ver al padre de los muchachos, y llevaría sus propias medicinas, y quizás así lograra sacarse de dentro esta sensación de ser un hombre injusto de forma irremediable. No, no podía ser, el Señor Hok un hombre injusto. Ni corto ni perezoso, Hok lo preparó todo y al amanecer temprano salió hacia el Puerto Borikaia.

>>>El Sueño de Pitu.        Charla del Señor Hok con Paladia.>>>

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